
Si bien el nombre “Qesem” puede no sonar familiar, su obra, “El Trono de Aksum”, es un testimonio innegable del esplendor artístico que floreció en Etiopía durante el siglo V. Descubierto en las ruinas de la antigua ciudad de Aksum, este trono de bronce y plata no es simplemente un asiento; es una ventana al poder imperial, a la complejidad de las creencias religiosas de la época y a la maestría técnica de los artesanos etíopes.
Imaginen un trono con patas de león que parecen surgir de la tierra misma, sus ojos talladas con precisión aterradora, vigilando a quien se atreva a sentarse en su cima. El respaldo, curvado elegantemente, está adornado con motivos geométricos intrincados, como un rompecabezas visual que invita a la contemplación. La superficie del asiento, lisa y pulida, refleja la luz de una manera casi mágica, invitándonos a imaginar la majestuosidad de los gobernantes aksumitas que alguna vez lo ocuparon.
La Historia Tras el Trono
Aksum, durante su apogeo en el siglo V, era un centro comercial vibrante, conectando África oriental con el mundo romano y bizantino. El trono, símbolo supremo del poder real, reflejaba la riqueza de Aksum y su posición dominante en la región. Se cree que fue utilizado por el rey Ezana, quien gobernó durante gran parte del siglo IV, famoso por convertir a Aksum al cristianismo.
La presencia de motivos cristianos en el trono, como cruces estilizadas y símbolos religiosos, destaca la importancia de esta religión en la vida política y social de Aksum. La fusión de elementos tradicionales etíopes, representados por los leones, con simbolismo cristiano crea una obra de arte única que refleja la naturaleza híbrida de la cultura aksumita.
Un Maestro del Metal: Técnicas y Simbolismo
El “Trono de Aksum” es un ejemplo excepcional de la maestría etíope en el trabajo del metal. Los artesanos utilizaron técnicas de fundido, martillado y grabado para crear una pieza que combina robustez con delicadeza.
Técnica | Descripción |
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Fundido a la cera perdida | Se usaba un modelo de cera para crear un molde, luego se vertía el metal líquido en el molde y se dejaba enfriar. |
Martillado | El metal se golpeaba repetidamente con martillos para darle forma y textura. |
Grabado | Se utilizaban herramientas punzantes para dibujar diseños en la superficie del metal. |
El simbolismo del trono es rico y complejo:
- Leones: Representación del poder real y la fuerza de Aksum.
- Motivos geométricos: Simbolizan el orden y la armonía, reflejando la visión cosmológica aksumita.
- Cruces estilizadas: Indican la adopción del cristianismo por parte de los gobernantes aksumitas.
El Trono de Aksum Hoy
El “Trono de Aksum” se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Etiopía, en Addis Abeba. Es una pieza central de la colección, atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan admirar la belleza y la historia de este testimonio del pasado etíope.
La obra nos invita a reflexionar sobre la complejidad de las civilizaciones antiguas y la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural. El trono, más que un simple objeto, es una ventana al alma de Aksum, su poder, sus creencias y su arte excepcional.